martes, 19 de abril de 2011

Semana Santa...para reflexionar

Diario Bíblico: 18 de abril de 2011

Categoria : Diario Bíblico
Primera lectura: Is 42, 1-7
Miren a mi siervo, a quien sostengo; mi elegido, a quien prefiero
Salmo responsorial 26
El señor me ha coronado, sobre la columna me ha exaltado
Evangelio: Jn 12,1-11
¡Déjala! Ella tenía guardado este perfume para el día de mi sepultura
1Seis días antes de la Pascua Jesús fue a Betania, donde estaba Lázaro, al que había resucitado de entre los muertos. 2Le ofrecieron un banquete. Marta servía y Lázaro era uno de los comensales. 3María tomó una libra de perfume de nardo puro, muy costoso, ungió con él los pies a Jesús y se los enjugó con los cabellos. La casa se llenó del olor del perfume. 4Judas Iscariote, uno de los discípulos, el que lo iba a entregar, dijo:
5–¿Por qué no han vendido ese perfume en trescientas monedas para repartirlas a los pobres?
6Lo decía no porque le importaran los pobres, sino porque era ladrón; y, como llevaba la bolsa, robaba de lo que ponían en ella. 7Jesús contestó:
–Déjala que lo guarde para el día de mi sepultura. 8A los pobres los tendrán siempre entre ustedes, pero a mí no siempre me tendrán.
9Un gran gentío de judíos supo que estaba allí y acudieron, no sólo por Jesús, sino también para ver a Lázaro, al que había resucitado de entre los muertos. 10Los sumos sacerdotes habían decidido dar muerte también a Lázaro, 11porque por su causa muchos judíos iban y creían en Jesús.

Comentario
Betania quiere decir “casa del oprimido”. Se trata de la comunidad de Jesús reunida después de la resurrección de Lázaro. La comunidad celebra en el servicio (Marta), mostrando el amor a Jesús (María) y compartiendo la mesa (Lázaro), la vida que Jesús le ha comunicado. Los miembros de la comunidad demuestran su identificación con él, que les lleva a entregarse también ellos, para dar vida a los demás. Judas no comprende ni el servicio, ni el amor, ni el compartir. Hay dos proyectos opuestos: uno, el de Judas que, con su afán de acaparar, crea pobreza y, bajo pretexto de beneficencia, utiliza a los pobres en provecho propio. Otro, el de Jesús, para quien la solución a la pobreza está en el don total de sí a los demás. No es la fría beneficencia la que libera, sino la calurosa relación personal, que da a los oprimidos dignidad e igualdad integrándolos a la comunidad fraterna. Hoy comenzamos la Semana Santa. Oportunidad única para preguntarnos sinceramente: ¿Cómo vivo yo personalmente y cómo se viven en nuestra comunidad el servicio, el amor y el compartir?

No hay comentarios:

Publicar un comentario